viernes, 27 de diciembre de 2013

Poema 11. "La más bella niña" Luis de Góngora.

La más bella niña 
De nuestro lugar, 
Hoy viuda y sola 
Y ayer por casar, 
Viendo que sus ojos 
A la guerra van, 
A su madre dice, 
Que escucha su mal:

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

Pues me distes, madre, 
En tan tierna edad 
Tan corto el placer, 
Tan largo el pesar, 
Y me cautivastes 
De quien hoy se va 
Y lleva las llaves 
De mi libertad,

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

En llorar conviertan 
Mis ojos, de hoy más, 
El sabroso oficio 
Del dulce mirar, 
Pues que no se pueden 
Mejor ocupar, 
Yéndose a la guerra 
Quien era mi paz,

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

No me pongáis freno 
Ni queráis culpar, 
Que lo uno es justo, 
Lo otro por demás. 
Si me queréis bien, 
No me hagáis mal; 
Harto peor fuera 
Morir y callar,

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

Dulce madre mía, 
¿Quién no llorará, 
Aunque tenga el pecho 
Como un pedernal, 
Y no dará voces 
Viendo marchitar 
Los más verdes años 
De mi mocedad?

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

Váyanse las noches, 
Pues ido se han 
Los ojos que hacían 
Los míos velar; 
Váyanse, y no vean 
Tanta soledad, 
Después que en mi lecho 
Sobra la mitad.

Dejadme llorar 
Orillas del mar.

Luis de Góngora (1561-1627) poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente del culteranismo, que también se denomina gongorismo. En la primera estrofa, una joven se lamenta de que su marido tenga que ir a la guerra; en el resto de poema, presentado en forma de soliloquio, la protagonista se queja de su joven matrimonio y de su soledad. Sobre las figuras literarias, podemos encontrar metáforas ("...de quien hoy se va y lleva las llaves de mi libertad..."), comparación ("...el pecho como un pedernal..."), antítesis ("...yéndose a la guerra quien era mi paz...").

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