Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
Pedro Salinas (1891-1951) escritor español de la Generación del 27, conocido especialmente por sus ensayos y su poesía. Este poema aparece recogido en La voz a ti debida, en la recopilación, el tema principal es el amor, aunque no están dirigidos a una mujer concreta, sino a una idealización. Podemos apreciar alguna enumeración un tanto caótica, mediante la abstracción a través de las palabras, Salinas nos intenta mostrar como sería la mujer amada ideal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario